Gran bretaña y su injerencia en  América Latina: Las Islas Malvinas

Gran bretaña y su injerencia en América Latina: Las Islas Malvinas

En 1982 la dictadura argentina tomaría una de las decisiones más alocadas que llego a tener; al creer que pateaba a un cachorro y pensar que su manada no haría nada al respecto. La dictadura argentina dirigida por el Teniente General Leopoldo Fortunato Galtieri, buscando traer prestigio, aprobación y reconocimiento a su gobierno se encargaría en una guerra que dejaría secuelas tan grandes que hasta la fecha se viven.

El ambiente que se vivía días antes de ir a la guerra era un caos, el movimiento obrero había congregado el 30 de marzo de 1982 en la Plaza de Mayo, ubicada en Buenos Aires, alrededor de cincuenta mil personas con la mano levantada en señal de protesta contra el gobierno del Teniente General Galtieri, acción que en ese momento era prohibida. Entre los temas que resaltaban estaban los desaparecidos (que ascendieron a 30 mil a lo largo de la dictadura), la supresión de derechos, la falta de comida y trabajo. Pero el 2 de Abril del mismo año, dos días después de la gran huelga obrera, habían mas de cien mil personas en la misma plaza de mayo, ondeando orgullosamente sus banderas y avivando el fuego nacionalista, exclamando “¡Gracias, Gloriosa Armada Nacional!”, ”!Galtieri, Galtieri,!”, alababan a la marina argentina y a al Teniente General, pues ese mismo día, las tropas argentinas habían desembarcado en las Falklands Islands a quinientos kilómetros de la costa, y reclamado la soberanía de las islas Malvinas como argentinas.

A principios del siglo XIX Argentina había declarado la soberanía sobre las islas Malvinas, pero en 1833, Gran Bretaña llego y se apoderó del territorio, expulsando a los pocos habitantes que vivían en ella. Desde entonces las islas eran gobernadas por gran bretaña, dos países burgueses y capitalistas enfrentándose uno al otro.

La Dama De Hierro

A finales del mes, argentina había tomado control del archipiélago con la juventud de las fuerzas y con pocos recursos. Sin embargo, el Gobierno Británico, dirigido por la Primer Ministro: Margaret Thatcher, la primera mujer que ocupaba este importante cargo y conocida como la Dama de Hierro, coincidentemente traía una serie de problemas económicos durante su gestión, viò la oportunidad y reaccionó contra la invasión a sus dominios, declarando la guerra contra el gobierno del Teniente General Leopoldo Galtieri.

La inteligencia argentina cometió el error de no considerar que los británicos fueran a combatir debido a la lejanía de las islas de su territorio, y por la creencia que eran unas islas sin mayor importancia en la geopolítica marina. Al mismo tiempo se vieron asombrados por los grandes apoyos de Estados Unidos, que pensaban se limitaría a únicamente observar, y el apoyo de Chile, su vecino fronterizo.

Reunió Unido envío tropas, barcos, portaviones, aviones y hasta un submarino nuclear para librar esta guerra. Por otro lado, Argentina, a través del General Leopoldo, exclamó: “Si quieren Venir que vengan, les presentaremos batalla”. Enviando tropas, aviones y barcos a combatir al archipiélago, no obstante los soldados de Elite Argentinos estaban congregados en la frontera con Chile debido a la posición que este país había tomado contra el pueblo argentino, dejando a los mas inexpertos y menos provisionados contra la poderosa armada británica.

La URSS Y La Argentina

Recordemos que esta guerra se desato en el ambiente de la guerra fría y la Unión Soviética, con un gobierno comunista, apoyó al gobierno capitalista de la Argentina, pues aunque no tenían la mejor relación, la discusión entre un miembro de la OTAN (organismo creado para combatir expresamente a la Unión Soviética y su influencia en el mundo) contra un país que reclamaba por derecho marítimo e histórico el archipiélago como suyo, hizo que los Soviéticos vieran con buenos ojos las acciones del T.G. Galtieri, formando una alianza que le brindaría a la dictadura argentina la oportunidad de contar con tecnología avanzada soviética como la vista satelital de la URSS.

La unión soviética posicionó satélites en el atlántico sur para supervisar los movimientos británicos, también recolectó información de los movimientos de las fuerzas británicas que se desplazaban por la África Occidental. Y con esta ayuda les entregaron la información que fue clave para combatir de manera eficaz al portaaviones HMS Invincible y hasta hundir otros barcos ingleses. Pero la participación soviética no solamente se limitó al espionaje, pues también por medio de países terceros como Cuba, Libia o Perú recibió armamento militar para librar la guerra.

Sin embargo, al momento recibir un mayor apoyo de los Soviéticos, como lo sería la venta de armamento de alta calidad a bajos costos, los argentinos por temor a lo que se convertiría en una intervención directa de los Estados Unidos y al gobierno de su presidente; Ronald Reagan, un Neoconservador Anticomunista, desistieron de seguir recibiendo apoyo por parte los Soviéticos, pues no querían iniciar una guerra a gran escala con Gran Bretaña y Estados Unidos. Limitando así la participación soviética en esta guerra.

Aunque los Estados Unidos eran una preocupación, también fueron clave para evitar que los británicos usaran el gran armamento de su submarino nuclear en contra el territorio argentino, pues los Americanos no permitirían que un arma de destrucción masiva fuera utilizada de esta manera en el continente Americano. Además, que fue el mediador antes de comenzar la guerra.

El Fin De Una Guerra En La Era Moderna

El 14 de junio de 1982 tras una intensa guerra de 74 días, en la que existieron héroes en ambos bandos, los británicos se vieron superiores y lograron la rendición del Teniente General Leopoldo Galtieri: “Nuestros soldados lucharon con esfuerzo supremo por la dignidad de la nación. Los que cayeron están vivos para siempre en el corazón y la historia grande de los argentinos (…) Tenemos nuestros héroes. Hombres de carne y hueso del presente. Nombres que serán esculpidos por nosotros y las generaciones venideras”.

La finalidad del gobierno argentino era invadir las islas con puro objetivo político, pues creían que recuperar las islas haría que el pueblo argentino nuevamente se uniría para apoyar al gobierno. Sin embargo, paso todo lo contrario, el abandono a las tropas, la derrota de la marina y los conflictos internacionales e internos que acarreó el gobierno militar, provocó su propio fin, dando inicio a los gobiernos democráticos en la Republica de Argentina.

Por otro lado, la Primer Ministro Británica, Margaret Thatcher, convirtió esta guerra y su gran apoyo a las fuerzas armadas, fue pieza clave para traer de vuelta su prestigio y poder en el Reino Unido y así dio el triunfo a su partido durante las elecciones parlamentarias.

Las islas Falklands/Malvinas, siguen en una disputa que parece interminable, su extensión de más de 11,780 kilometro cuadrados y posición geográfica es una pieza fundamental pues las islas controlan uno de los ocho pasajes marítimos mas importantes del mundo, el estrecho de magulla, desde las Malvinas se vigila el tráfico marítimo del estrecho y el pacífico que pasa en sus costas, también es un punto de apoyo para las operaciones en la Antártida.

Los Corazones Que No Se Rinden.

En mi viaje a la Republica de Argentina, habité en los alrededores de la capital federal en Buenos Aires, ahí, fue común encontrar a familiares y ex combatientes de las islas Malvinas que narraban con orgullo lo que su país había hecho, derribar 37 aviones y hundir 8 barcos de la armada británica, mientras al mismo tiempo esos soldados aun eran muy jóvenes e inexpertos para combatir. Con orgullo contaban estas grandes hazañas y el orgullo que tenían por ser familiares de estos jóvenes que combatieron al imperialista británico contra todo pronóstico.

Leer en las calles que las Malvinas son argentinas es común y deja en claro que aunque la dictadura argentina perdió rápidamente la guerra y al año siguiente terminó de perder su poder y dio comienzo a la era de la democracia en la Argentina, como parte de su legado, esta el nacionalismo que dejo a las generaciones posteriores y el combate en los tribunales que los gobiernos modernos aun reclaman y siguen avivando el fuego a los ciudadanos que vivieron y viven en historias la lucha por las Malvinas. El fuego aun este encendido.

La importancia geopolítica de la islas Falklands, es muy grande, y dejarlas ir no solamente se limitaba a dejar mal al gobierno en turno, sino que se perdería el poder en el mundo.

 


Referencias. 

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Geopolítica en el Río Mekong.

Geopolítica en el Río Mekong.

¿Geopolítica del agua?

El agua cubre la gran mayoría de la superficie mundial, aunque la mayor parte es salada (97,5 %) o está encerrada en casquetes de hielo y glaciares (1,75 %); quedando únicamente un 0,007 % disponible para uso humano. Este recurso es a la vez un punto potencialmente conflictivo y un espacio para la cooperación en muchas regiones del mundo, en particular en la región del río Mekong, en donde más de 60 millones de personas dependen de este para su subsistencia. Este artículo analizará los intereses de los Estados que rodean al río, la situación general y problemáticas presentes en la zona.

El río Mekong tiene una longitud de 4,800 km, que se comparte entre China, Myanmar, Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam. Es el más largo del Sudeste Asiático. Rico en recursos, es importante para el transporte, la agricultura, la pesca de captura, los productos acuáticos no pesqueros, el turismo, los sistemas ecológicos, el desarrollo socioeconómico y la seguridad alimentaria de los países por los que fluye el río, especialmente para las numerosas comunidades fluviales que habitan su cuenca.

Sin embargo existen diversos problemas; desde los conflictos fronterizos, grupos armados, comercio ilegal de madera, fauna y armas, tráfico de drogas, trata de personas, hasta problemas medioambientales como la intrusión de agua salada, degradación del suelo, sequías y aumento del nivel del mar. La cuestión laboral es particularmente importante ya que una gran proporción de la población de los países Mekong es joven y en edad laboral-estudiantil. Además, las infraestructuras y la industria en la cuenca sur del río no se han actualizado desde hace tiempo, debido principalmente al proceso de recuperación de los conflictos y guerras regionales que hubo en algunos países de la zona.

En otro orden de ideas, cabe destacar que esta región se ha convertido en otro centro de las estrategias de las principales potencias mundiales, principalmente por la importancia de la región en las rutas comerciales mundiales, su proximidad a lugares en disputa (como el Mar de China Meridional) y el creciente activismo regional de China. También por los recursos minerales de la cuenca incluyen petróleo, gas, oro, cobre, plomo, zinc, carbón y piedras preciosas. Lo anterior llevó a varios actores a desarrollar estrategias específicas que hacen de la región de un importante punto geopolítico en la región Indo-pacífica.

China ve al río Mekong como una puerta de entrada al Sudeste Asiático continental. Es la principal potencia geopolítica de la zona y ha ampliado su influencia en la cuenca sin consultas a los demás países. Sus intereses en el río son bastante claros: presas para la electricidad, la vía fluvial para el movimiento de mercancías y personas, agua para la agricultura y el control del agua para asegurar la influencia geopolítica. Aunque menos de la cuarta parte del río se encuentra en su territorio, el país retira poco más de un cuarto del total de sus aguas anualmente. Las presas construidas por este país, más de 20, tienen un impacto generalizado en la pesca y cultivo de arroz en los otros Estados ribereños. Pero es importante mencionar que a pesar de su posición, la cooperación y el diálogo institucional han estado surgiendo poco a poco en la región.

Los países de la región del Bajo Mekong (parte del río que no está en China) están experimentando un crecimiento económico que a pesar de no encontrarse en el mismo nivel de desarrollo económico, tienen esa tendencia en común. El río Mekong desempeña un papel integrador clave no solo en los países de la cuenca, sino en todo el Sureste Asiático. El interés principal de los países del Bajo Mekong es mejorar sus economías y niveles de competitividad laboral y educativa para competir en el mercado mundial y regional.

Todos los países de la cuenca, a excepción de China, dependen mucho del río para la agricultura y pesca; y todos son vulnerables a los fenómenos naturales como inundaciones, sequías y tormentas.

Específicamente tanto en Myanmar como en Camboya domina la economía informal dependiente del río; en el primero un 71,5%, y en el segundo un 77,5%, principalmente en la agricultura (cultivo del arroz) y pesca. Pero dadas las circunstancias en Myanmar, el desarrollo de infraestructuras y posibilidades de comercio regional está limitado ahora.

Laos tiene una de las densidades de población medias más bajas de la zona y es el único Estado sin salida al mar. Su economía depende de las exportaciones hidroeléctricas (obtenidas del Mekong), la minería y la agricultura. Este país tiene una excesiva oferta de energía generada por sus presas y es un gran exportador de arroz. Pero paradójicamente, es también uno de los países con altos índices de pobreza y alto precio de la electricidad.

Tailandia, por su parte, es el segundo país más rico del Mekong. Además, es el segundo mayor inversor en presas hidroeléctricas en Laos y es también el mayor importador de electricidad de ese país, lo cual no es coincidencia ser el Mekong una parte importante de la frontera entre ambos países.

El río desemboca en el Mar de China Meridional a través de Vietnam y también desempeña un papel importante para este país. Más de la mitad de la población vietnamita económicamente activa se dedica a la agricultura. Vietnam es un importante exportador de arroz. Pero para este país los problemas medioambientales son de extrema alarma, porque la intrusión de agua salada, sequías y aumento del nivel del mar supone una amenaza para el sector agrícola.

A excepción de Vietnam, la mayoría de las naciones de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ANSEA) son reacias a incluir las cuestiones del Mekong en la agenda regional, pues es percibido como una cuestión medioambiental y socioeconómica que sólo afecta a los países continentales de la Asociación, en lugar de una cuestión geopolítica y de seguridad regional.

Sin embargo, el río Mekong sí tiene un papel integrador en el desarrollo regional en el Sudeste Asiático; hace que los países colindantes, aunque sean cultural, económica y políticamente diversos y semejantes en las tendencias de desarrollo, compartan retos y oportunidades. Además del agua, fluyen conocimientos de ingeniería, infraestructura, experiencia e investigación científica. La región experimenta transformación demográfica, tecnológica y geopolítica.

El objetivo a largo plazo de los países Mekong claramente debería ser la cooperación y no la competencia porque ahora, y desde hace 20 años, ellos se benefician del río de manera desigual. Mientras cada país siga actuando en beneficio propio y no tome en consideración a los demás, los resultados seguirán siendo los mismos: daño medioambiental, desigualdad social y dependencia de la energía hidroeléctrica y de la agricultura. 

 


Referencias.

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La competencia entre Estados Unidos y China por la influencia en Indonesia.

La competencia entre Estados Unidos y China por la influencia en Indonesia.

¿Es ahora el mejor momento para germinar rivalidades entre potencias? La tensión comercial entre Estados Unidos y China no hace más que fomentar la incertidumbre de la economía mundial. Junto con las consecuencias de la pandemia del COVID-19, se ha producido un debilitamiento del comercio internacional, una caída de la confianza en ciertas empresas y una lentitud de las inversiones en las economías en desarrollo, lo cual ha frenado el crecimiento económico mundial. Indonesia, país tradicionalmente no alineado, está como muchos otros países del mundo: está atrapada en medio.

Vía: Foto personal, 2019.


El más grande Estado-archipiélago de Indonesia es el cuarto país más poblado del mundo (273.5 millones de personas), y se encuentra junto a la ruta comercial más transitada del mundo (el Estrecho de Malaca). A veinte años después de la crisis financiera asiática de 1997-1998, la economía de este país ha crecido en un ritmo anual del cinco por ciento y en 2020 logró ocupar el puesto 16 en la clasificación de las mayores economías del mundo. Dicho de otra manera, es un país asiático emergente que sigue a China e India en términos de población y escala económica. Al mismo tiempo, este país fue uno de los países fundadores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN por sus siglas en inglés), junto con Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia; actualmente es la mayor economía de este organismo regional y ejerce un rol de liderazgo en la asociación.

Aunque dentro del organismo previamente mencionado exista la heterogeneidad política entre sus miembros, la coordinación entre ellos ha negado la hegemonía a cualquier gran potencia en el Sudeste Asiático durante y después de la Guerra Fría. La inclusión de Estados Unidos y China en la red de instituciones regionales de la ASEAN, por ejemplo, motivó ese logro. Para Indonesia, la ASEAN es la principal herramienta de estrategia del país.

En otro orden de ideas, Indonesia se ha esforzado por relacionarse por igual con todas las naciones desde la formulación de su doctrina “independiente y activa” de política exterior en 1940. Sin embargo, ante la continua competencia comercial entre Estados Unidos y China, los principales socios comerciales de Indonesia, este país se ha visto en una situación compleja.

Vía: Getty Images


"Cuando los inversores [chinos] hablan del "sudeste asiático", se refieren a Indonesia". En lo que respecta a China, esta nación ha sido durante 10 años consecutivos el principal socio económico de Indonesia, y es actualmente el segundo mayor inversor después de Singapur. Desde 2005 se han firmado más de 90 proyectos de infraestructura enfocados al sector energéticos, mineros y de transporte. Ambos han firmado un acuerdo de liquidación en moneda local, o (LCS por sus siglas en inglés) para promover el uso de sus monedas en sus acuerdos comerciales, abandonando el dólar estadounidense. De igual forma, han ampliado sus intercambios culturales y educativos.

En otro orden de ideas, cabe mencionar que la relación sino-indonesia no está exenta de tensiones. Una de las más fuertes es aquella que gira en torno al Mar del Sur de China, donde ambos países tienen bases legales diferentes. De hecho, a principios del 2020 las relaciones se volvieron un poco hostiles a causa de la incursión de guardacostas y milicias pesqueras chinas en la zona económica exclusiva de Indonesia, en el mar de Natuna. Además, vale decir que existe un sentimiento anti-chino en Indonesia, que data de la guerra fría. Aunque ahora está basado en el aumento de trabajadores chinos en el territorio indonesio, consecuencia del incremento de las actividades económicas de China en el país.

De todos modos, esas tensiones no son motivo de preocupación. La diplomacia de la pandemia de China en Indonesia destensó lo habido y por haber, pues ésta se convirtió en el principal proveedor de equipo médico y de protección personal. En efecto, Indonesia fue el mayor comprador de vacunas en el Sudeste Asiático, con 125 millones de dosis Sinovac. Es interesante resaltar lo que Yohanes Sulaiman, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Jenderal Achmad Yani en Cimah, dijo al servicio de noticias en línea BenarNews, "Indonesia no quiere que la situación [en el Mar de China Meridional] se agrave, pero tampoco quiere implicarse demasiado porque tiene poco poder. […] No podemos adoptar una postura dura con China porque necesitamos su dinero".

Vía: Radio Free Asia

Con respecto a Estados Unidos, cabe destacar que es el principal socio de defensa y seguridad de Indonesia. Asimismo, los entendimientos sociales, culturales y educativos son amplios. Programas y becas estudiantiles como el USAID, Fullbright y American Indonesian Exchange Foundation (AMINEF) se han acordado entre ambas naciones, Estados Unidos es el primer país destino para la educación entre la clase media indonesia y el inglés es el idioma extranjero más hablado.

Por un lado, las relaciones entre ambos países han mejorado en los últimos 20 años, y en términos diplomáticos han sido menos tensas en comparación con la relación sino-indonesia, gracias a una gran cooperación en materia de seguridad, especialmente en lo que respecta a acuerdos militares, de antidrogas y de antiterrorismo. Además, Estados Unidos ha contribuido a que Indonesia tenga una presencia internacional fuerte a través del Grupo de los 20. De la misma forma, Washington ha entregado 8 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 hasta el momento, y también se afirmó este año que proporcionaría 30 millones de dólares para apoyo por la pandemia, adicionales a los 35 millones acumulados desde el inicio de la pandemia.

Pero por otro lado, cabe resaltar que desde la administración Trump hasta la administración Biden, Estados Unidos se ha centrado más en sus principales aliados estratégicos en el Sudeste Asiático para disuadir a China, Singapur, Filipinas y Vietnam, que en Indonesia, dado su interés de contrarrestar la presencia de China en la región.

En otro orden de ideas, cabe destacar la preocupación de Indonesia ante la agenda de centrar la promoción de la democracia y los derechos humanos en la política exterior estadounidense de la administración Biden, puesto que desde la década de 1960 el Movimiento Papúa Libre lidera un movimiento de insurgencia que reclama la independencia de Papúa y Papúa Occidental. No es casualidad que Indonesia haya estado dentro de los países que votaron en contra de la adopción de la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre la Responsabilidad de Proteger (R2P) en mayo del presente año, ya que no le gustaría que la resolución se utilice para justificar intervenciones en su territorio.

En todo caso, a Estados Unidos le beneficia que tanto Indonesia como la ASEAN sean fuertes entidades neutrales en el Sudeste Asiático. A estos dos últimos les beneficia que Estados Unidos sea un aliado para proteger a la región ante un conflicto militar. 

Vía: The Straits Times


Por ahora, Indonesia necesita maximizar el potencial de sus relaciones exteriores y ampliar sus mercados comerciales para satisfacer sus intereses nacionales actuales: lograr la recuperación económica, el desarrollo de infraestructuras y la gestión de la pandemia. También debe formular una respuesta en conjunto con los miembros del ASEAN, sobre todo en el tema del Mar del Sur de China.

Los intereses nacionales de Indonesia, país tradicionalmente no alineado, suelen determinar cuándo y hacia quién dirigirse. Si se presenta una alteración en el tema de seguridad, el gobierno solicita apoyo a la mayor potencia militar, Estados Unidos. Si se presentan problemas económicos, los principales grupos empresariales y empresas estatales buscan llegar a acuerdos con otra potencia, China. No parece que esta relación vaya a cambiar en los años que vienen. Pero quedarse esperando a lo que las potencias y otros países le puedan ofrecer no es una opción.


Referencias consultadas.

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Singapur y la geopolítica de la arena.

Singapur y la geopolítica de la arena.

La extracción de arena para la recuperación de tierras (práctica que permite ganar áreas de terreno para un uso específico) es un problema geopolítico y ecológico para la región del sudeste asiático. Singapur es el país que lidera la lista de extractores, puesto que la superficie de su territorio ha crecido más del 25% desde su independencia. En tan solo 2018, el país creció 2.7 kilómetros cuadrados, la mayor expansión anual en una década. Pero al mismo tiempo, Singapur representa un ideal de modernidad al contar con una amplia urbanización, pues este país fue uno de los primeros tigres asiáticos, y es ahora un centro clave del comercio internacional y cuenta con casi un billón de dólares de riqueza económica.

No obstante a lo anterior, esta polis se encuentra en un situación de crisis continua, pues al ser archipiélago con islas y espacios artificiales su territorio se ve insuficiente para sostener a su población y economía creciente a medida que las precipitaciones elevan el nivel del mar debido al calentamiento global. Si bien el método empleado ha beneficiado exitosamente a Singapur, dándole incluso la oportunidad de diseñar espacios urbanos sostenibles, es importante mencionar que está ligado al permanente daño a la flora y fauna de los ecosistemas marinos circundantes a la costa singapurense.

A pesar de su escaso valor, la arena es un recurso clave de las sociedades industrializadas y es la segunda sustancia más utilizada en la tierra después del agua. La práctica de crear nuevos terrenos para la construcción se puede observar en todo el mundo, aunque con mayor frecuencia en Asia, concretamente en Singapur.

Es cierto que la población que habitaba en Singapur desde mediados del siglo XIX utilizaba este método para reforzar las líneas costeras y proteger a las comunidades pesqueras de las inundaciones. Pero desde su independencia e industrialización hasta finales de 2010, Singapur ha dado prioridad a este método para proyectos de infraestructuras, industria, servicios públicos y fines militares. Es clave en la economía singapurense y tiene una gran importancia a nivel de seguridad nacional.

El proceso inicia con el uso de diques de delimitación para retener el agua y después drenar hasta quedar un pozo vacío. El siguiente paso consiste en el relleno de ese vacío con material de relleno, es decir con arena. Se debe hacer hincapié en que la arena utilizada para la recuperación de tierras es la arena de mar, mientras que la arena de río es un componente básico en materiales de construcción.

Regresando a la idea principal, fue debido al hecho de que Singapur tiene un territorio muy pequeño con pocos recursos naturales que comenzó a depender de la arena hasta agotar la que tenía. Dado que la arena es un recurso natural que generalmente no se comercializa internacionalmente, porque los costos elevados del transporte superan rápidamente sus bajos costos de extracción, el gobierno singapurense se vio en la necesidad de importar arena (en gran parte de forma ilegal) a sus vecinos Malasia, Indonesia y Vietnam, turnándose después hacia otros países asiáticos cercanos como Camboya, Myanmar, Bangladesh y Filipinas. Además, otros países de Asia han llevado a cabo esta práctica. China es uno de ellos; entre 2006 y 2010, las ciudades costeras chinas recuperaron una media de 700 kilómetros cuadrados.

No obstante a lo anterior, motivos como la desaparición de algunas islas Riau, incongruencias en las cantidades exportadas-importadas declaradas e ideas que aludían a que Singapur quería absorber el territorio circundante, hicieron que Malasia deje de enviarle arena en 1997, que Indonesia le prohíba su importación en 2007, y que Vietnam suspenda el dragado del recurso en 2000, limite las exportaciones en 2008 y las prohíba en 2009.

En otro orden de ideas, cuando se piensa en los recursos naturales no renovables y los problemas actuales relacionados con ellos, la arena no suele ser lo primero en que se piensa. Discusiones en todo el mundo giran en torno a temas como cantidades insuficientes de petróleo de fácil acceso, escasez de agua, deforestación y sobrepesca. Sin embargo, en algunas partes del mundo como en el sureste de Asia, la arena se considera un desestabilizador y un problema en aumento.

No obstante a lo anterior, es importante recalcar que la extracción de arena no es un fenómeno nuevo, pero su realización a gran escala y el ritmo de la actividad sí lo son. Cada año se extraen hasta 50 mil millones de toneladas de arena de ríos, pozos, canteras, costas y zonas marítimas, es por ello que su impacto es grande y evidente. Debido a que Singapur ha buscado aumentar el terreno para proyectos de infraestructuras, los bosques costeros, arrecifes de coral y manglares del país han desaparecido, sobreviviendo únicamente en los acantilados costeros y las islas de alta mar.

Además, la recuperación de tierras altera los procesos naturales de la mayoría de los ecosistemas restantes, la biodiversidad y la seguridad alimentaria de Singapur y del sudeste asiático.

Por otro lado, cabe destacar que la arena es un recurso no renovable y desempeña un papel fundamental en el desarrollo; y, a diferencia de otros recursos de la misma característica como el carbón, la arena no tiene alternativas comerciales económicamente viables. De la misma forma, no existe ningún organismo intergubernamental que controle el uso de la arena a nivel mundial, por lo que la extracción de arena no está regulada y en muchos casos es ilegal. La misma Organización de las Naciones Unidas ha afirmado que “la arena es uno de los principales retos de sostenibilidad del siglo XXI''.

La extracción de la misma tiene un valor de 66,273 millones de dólares aproximadamente al año, y un metro cúbico de arena se vende hasta en 83 dólares en zonas de gran demanda y escasa oferta. A pesar de su bajo precio por unidad cúbica, la arena es el recurso minero no energético más importante del mundo, sólo superado en su valor de producción por los combustibles fósiles. Entonces, ¿por qué comprar arena cara procedente de minas autorizadas si se puede ganar mucho dinero con su comercio ilícito? Hasta han aparecido “mafias de la arena”.

La realidad es que Singapur seguirá necesitando porque el ritmo de expansión del país está acelerando. Además, no es el único país que la utiliza, también Estados Unidos, Reino Unido, Luxemburgo y los Emiratos Árabes Unidos llevan a cabo esta práctica, por lo que en occidente también existe esta problemática.

¿Será posible reducir el ritmo de extracción de arena? Ha sido sugerido por ecologistas que el dragado de arena deba realizarse con límites predeterminados que permitan a los ríos y costas reponer sedimentos anualmente. Sin embargo, estos límites nunca igualarán la necesidad insostenible del mundo. Es por ello que, tal vez aún no resuene en las noticias, un desastre ecológico se verá en los próximos años si no se toman las acciones necesarias de forma inmediata.


Referencias.

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“Potencia marítima”, el anhelo de China.

“Potencia marítima”, el anhelo de China.

En el siglo XV, durante la dinastía Ming, China renunció a la geopolítica por mar, a pesar de que en 1405 durante la dinastía del emperador Yongle, se integró una flota de 62 navíos bajo el mando de Zheng He, entre los que destacaban los cuatro barcos más grandes del mundo. Ahora, en el siglo XXI, China desea ser el centro de Asia y el centro del mundo otra vez. Para lograr ese objetivo, este país ha propuesto una iniciativa llamada One Belt One Road (OBOR), la cual constituye en la segunda apertura de China hacia Asia Central, Asia Menor, Norte de África y los países fronterizos occidentales (aproximadamente 70 países).

El presente artículo pretende explicar la importancia del poder marítimo para la geopolítica de un país, dar cuenta de los objetivos en términos marítimos de la iniciativa OBOR, es decir la Ruta Marítima de la Seda, analizar los motivos de las acciones de China y las implicaciones de su interés de convertirse en el mayor país con mayor influencia en el área.

Fuente: El Orden Mundial


El poder sobre los océanos ha sido de gran importancia para el desarrollo económico y comercial de ciertas naciones y civilizaciones, pero también ha servido como una herramienta para desarrollar la capacidad de crear, explotar y defender los intereses marítimos de las naciones tanto en tiempos de paz como de guerra. El despliegue de flotas, bases y alianzas navales a lo largo de los océanos fue una estrategia imprescindible para que potencias se posicionen como hegemones en el sistema internacional a lo largo de la historia.

En primera instancia, cabe destacar la expresión “collar de perlas”, misma que fue empleada por primera vez en 2005 por Booz Allen Hamilton, en un informe titulado “Energy Futures in Asia”. El informe predecía que China buscaría adoptar una nueva estrategia geopolítica, la cual consistiría en la apertura de bases navales en puntos estratégicos en el Mar del Sur de China, el Océano índico y “Oriente Medio” que servirían para generar más ganancias económicas y garantizar la seguridad de las Líneas Marítimas de Comunicación (SLOC por sus siglas en inglés). Es por lo anterior que China está desarrollando e incrementando su construcción naval, enfocándose en la industria marítima militar, sobre el litoral asiático, zona es de vital importancia al constituir la base del aprovisionamiento energético chino.

Ahora bien, dentro de la iniciativa OBOR se encuentra la Ruta Marítima de la Seda, la cual tiene como objetivo construir una nueva forma de cooperación regional de seguridad marítima. Pero cabe destacar que el objetivo geoestratégico de China es garantizar su control sobre las rutas comerciales marítimas más importantes y el abastecimiento ininterrumpido de materias primas. 

Ejemplo de lo anterior lo podemos encontrar en su intención de proyectar su capacidad naval más allá de su Zona Económica Exclusiva, como en el Mar del Sur de China, el Estrecho de Malaca y el Océano Índico. Por un lado, el primero juega un papel importante en la consolidación regional china, ya que las grandes rutas de suministro y comercio pasan por él. Además, existen controversias sobre quién ejerce la soberanía de muchas de sus islas y atolones que contienen reservas de petróleo y gas. Por otro lado, el Estrecho de Malaca es El paso marítimo que conecta el comercio entre Asia y Europa. El Océano índico por su parte, además de ser un corredor marítimo vital para flujos de energía y comercio, es el corazón de un hipotético eje económico sur-sur entre China, África y América Latina. Específicamente, el proyecto de puerto internacional en Yibuti desempeña un papel importante en esta Ruta, ya que con él se crean zonas de comercio y se establecen bancos chinos, lo cual hace de China el primer y más importante socio en África.

Fuente: GovernmentZA


En otro orden de ideas, cabe resaltar la postura de ciertos países ante la iniciativa OBOR. En cuanto a Rusia, China conduce esta iniciativa de manera conjunta con ella pues estos dos países “no son solo socios, sino que sus relaciones son la columna vertebral para construir un nuevo sistema económico y político global”. Se difunde que Rusia lleva el liderazgo en el control militar del proyecto en Asia Central y que China lo lleva en el control económico. No obstante a lo anterior, hay un sentimiento de alarma respecto al nuevo poder de China en la zona, y un miedo de que se amplíe en toda Asia. Por otro lado, con respecto al poder marítimo, la principal fuente de tensión entre ambos países se encuentra en la zona del Ártico debido al reciente deshielo.

Ahora bien, en cuanto a Estados Unidos cabe destacar que desde finales de la Guerra Fría se ha posicionado en Asia, y específicamente desde el 2004 ha desplegado varias fuerzas navales importantes con el objetivo de proteger sus intereses económicos, como el flujo del petróleo a través del Golfo Pérsico y el combate a la piratería en el entre Omán hasta Kenia. De igual forma, cuentan también con bases navales en Australia y las Islas Cocos. Sin embargo, su posición privilegiada comenzó a ser desafiada con este ascenso de China.

Fuente: Luis Esteban G. Manrique | Política Exterior


Ahora bien, aunque el término collar de perlas chino como estrategia geopolítica de China fue propuesto hace más de una década, este no ha cumplido con su objetivo. Es cierto que en la actualidad el país chino se asegura sus necesidades energéticas de todas las partes del mundo, que la región circundante al Océano Índico prevalece como la más importante para él, y que ha construido importantes puertos como el de Yibuti, pero China no es una potencia marítima aún. Además, los puertos establecidos en sitios estratégicos como Gwadar en Pakistán, Hambantota en Sri Lanka, Chittagong en Bangladesh y las Islas de Coco en Myanmar, carecen de la infraestructura necesaria para satisfacer las necesidades logísticas de una gran fuerza aérea y naval china.

Si el Gran Dragón obtiene buenos resultados con la Ruta de la Seda Marítima logrará asegurar sus líneas marítimas, potencializará su economía respecto al resto de las potencias y se convertirá en el hegemón del siglo. A pesar de que China no lo sea aún, no significa que no lo será en el futuro, y ante eso el mundo debe estar atento.


Referencias Consultadas.

Concatti, B. A. (2019, 2). La Carrera Geoestratégica por la toma de Posiciones en el Océano Índico | Concatti | Revista Neiba, Cadernos Argentina Brasil. Recuperado 17 de octubre de 2021, de https://www.e-publicacoes.uerj.br/index.php/neiba/article/view/43341

El Orden Mundial. (2020, 4). La geopolítica de China y su collar de perlas - Mapas de. El Orden Mundial - EOM. Recuperado 12 de octubre de 2021, de https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/china-y-su-collar-de-perlas/

Fornillo, B. (2017). Geopolítica, militarismo y economía: La China de Xi Jinping y el EEUU de Trump. XVI Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Departamento de Historia. Facultad de Humanidades. Universidad Nacional de Mar del Plata, Mar del Plata. Recuperado 12 de octubre de 2021 de https://cdsa.aacademica.org/000-019/286.pdf

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Salazar, V. (2015); “El Collar de Perlas: Entre la expansión naval de China en el Océano Índico y una nueva Ruta de la Seda”. Universidad Nacional Autónoma de México.

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